La pasada madrugada la NBA anunció el traspaso del escolta James Harden de los Houston Rockets a los Brooklyn Nets. Esta operación ha requerido de la intervención de cuatro franquicias debido al alto salario del jugador. En este traspaso los Brooklyn Nets consiguen al escolta James Harden y la segunda ronda del draft de 2024 de los Cleveland Cavaliers; los Houston Rockets obtienen al escolta Victor Oladipo, al base Dante Exum, al alero Rodions Kurucs, tres primeras rondas de draft no protegidas de los Nets (2022, 2024 y 2026), el derecho a intercambiar cuatro primeras rondas (sin protección) con la franquicia de Brooklyn (2021, 2023, 2025, 2027) y la primera ronda de los Bucks en 2022 que estaba en posesión de los Cleveland Cavaliers; los Indiana Pacers se logran al alero Caris LeVert y una segunda ronda de draft de 2023 de los Houston Rockets; y los Cleveland Cavaliers se hacen con los servicios del pívot Jarrett Allen y del alero Taurean Prince. En mi opinión, este traspaso es beneficioso para todas las franquicias puesto que mejoran sus equipos a corto plazo en el caso de los Brooklyn Nets al lograr a una superestrella como James Harden que les convierte en favoritos al título y los Houston Rockets quienes se desprenden de un jugador descontento a cambio de tres jugadores de un nivel medio como Victor Oladipo, Dante Exum y Rodions Kurucs y a largo plazo en el caso de los Indiana Pacers quienes liberan masa salarial ya que el salario de Caris Lavert es inferior al de Victor Oladipo, mientras su nivel es parejo, y los Cleveland Cavaliers que se hacen con un prometedor pívot en la figura de Jarret Allen.