La pasada madrugada se anunció el traspaso del base Russell Westbrook de los Houston Rockets a los Washington Wizards a cambio del base John Wall y una primera ronda protegida del draft de 2023. En términos económicos y de ambiente en el vestuario esta es una buena operación para ambas franquicias ya que permiten la salida de dos jugadores con unas fichas muy altas, de duración similar y que habían solicitado cambiar de aires. Sin embargo, en el apartado deportivo, esta operación no beneficia a ninguno de los dos equipos puesto que la forma de jugar y las condiciones físicas, lejos de sus mejores tiempos, de ambos jugadores no son las más indicadas ni para Washington con la figura emergente del escolta Bradley Beal, ni para Houston con la presencia dominante del escolta James Harden y por consiguiente considero que ni los Wizards ni los Rockets mejorarán sus aspiraciones de cara a la nueva campaña con estas incorporaciones.